Cómo será editar hoy?

Esta reflexión es sobre la relación entre editor y las plataformas de edición y distribución, los distintos derechos de autor y legislaciones vinculadas tanto a la creación como a la vida online.

El editor se encuentra cercado o amenazado, lo sea de formatos tradicionales, también de revistas, journals, incluso blogs , el que busca lectores primero, y compradores después. Asediado por autores y plataformas, tabletas, smartphones y webs de todo tipo debe tratar de despejar mucha información vinculada a la edición y quedarse con algo que sirva.

Se habla mucho de la muerte del libro. Y por lo tanto la matera prima del editor. En menor medida se habla de los grupos editores, y sus debacles para sobrevivir.

Estos últimos tratan de competir por tener el control de la circulación y propiedad sobre el contenido y todos sus subproductos . Esto incluye controlar posibles generadores tanto de contenidos como de distribución de los mismos.

Lo que muere con internet no son los editores, sino la administración del derecho de autor patrimonial, el copyright y el control de la información. Por eso mucha información es sobre temas de piratería, nuevas regulaciones e incluso sobre impuestos y leyes del precio fijo.

Debemos hablar de un nuevo sistema de reparto social aunque cuesta verlo.

Internet elimina  fronteras y sus leyes, agranda el mundo reduce las corporaciones y empodera al individuo y su valor personal como ser social.
Lo comunica con el mundo y pone el conocimiento que necesita a su servicio.

La edición se presume muerta porque hoy cualquiera (cualquiera en el sentido que no se necesita título, pertenencia a ningún grupo o aprobación previa),  puede producir un producto final a través de las herramientas digitales y la distribución online.

En realidad la edición está más viva que nunca, es más inteligente incluso comercialmente, quizás momentáneamente bastante vulgar, pero muy viva.
En fase experimental y caótica se construye la nueva sociedad online.

No son necesarios los filtros editores de la vieja escuela es decir, alguien que jerarquice ya sea lingüísticamente, políticamente o empresarialmente  al  contenido.

Perros y gatos, bebés, animales, y otros intereses  pueden ser best sellers  “trending topics”  fácilmente sin mayor edición ni editor  que una cámara, o un texto más o menos bien linkeado en redes sociales.
Y eso es un peligro. Un peligro para la economía del control. Y de la propiedad del contenido. Es decir de la vieja repartición del poder de la edición.

Y cómo editar y publicar hoy?

Se publica más que nunca, autopublicado, formal o no, incluso se edigita (se crea algo en base a una mezcla de contenidos) en todas las redes sociales y comunidades de todo tipo en internet.

Hay un tipo de creador que no teme usar y reusar contenidos. Entiende internet como un todo de donde extrae y participa sin otro interés que compartir y comentar.

En cambio para los profesionales, unos de los temores al publicar es que por cada editor hay muchos más abogados repletos de leyes para demandarlo. Si hasta se demanda contra IPs!

Para los editores de la nueva era online la pregunta es: cómo se resuelve la administración de legislaciones de diferentes países al publicar online? Cómo hago entendible y administrable a un autor semejante Babel legislativo y lo explico en una tabla de Moisés?
Siempre interesa cumplir el copyright o derechos de autor asociados, conexos etc. Nadie quiere ser delincuente.
Para editar hoy en día, coexisten principios o doctrinas que intervienen sobre el copyright, derechos de autor y la propiedad intelectual.

  1. NACIONALES  La que cada país dentro de sus fronteras puede controlar a través de su régimen jurídico. (constitución, leyes y reglamentos sobre derechos de acceso a internet, a la información pública, gestión de gobierno, gobernanza, derechos de autor, patentes, derechos de propiedad industrial o  intelectual, derechos humanos etc.)
  2. INTERNACIONALES  emitidas por las asociaciones de intereses de grupo y supranacionales, a veces sujetas a aprobación nacional y al menos referencia para negociación en caso de conflicto. Acuerdos de la OMPI, UNESCO, CEE, y otros organismos de este tipo, que estudian y los realizan con mayor o menor obligación de obediencia, según cantidad de firmantes y calidad de los mismos.
  3. CREATIVE COMMONS –  Una opción que apoya la difusión de creadores y sus obras sobretodo dentro de ambientes tipo Open Access. En la práctica para un editor es un sistema para-legal en la mayoría de las legislaciones para apoyar el licenciamiento de obra para la distribución y reproducción de contenidos, que trata de evitar el conflicto, promueve la buena fe y la libertad de información.  Trata de cubrir el aspecto principal de los derechos morales y patrimoniales sobre la creación del autor,
  4. SILICON RIGHTS, perdón por el término. Llamo así a toda la legislación que en la práctica uno debe aceptar cada vez que “acepta términos” al usar algún programa,  o para ingresar a un blog, a una red social, o cuando recibe “free” alguna suscripción, programa o paper, etc. A través de herramientas como por ej. las cookies, le preguntan a uno si está de acuerdo o no, y en realidad antes que uno conteste ya extrajeron o instalaron dos o tres de ellas. El tema es de difícil resolución porque mezcla legislaciones nacionales extraterritoriales a quien supuestamente “acepta términos” es decir sólo acepta que lo eliminen del sistema si es que se equivoca o comete un delito. Al darnos de alta en una plataforma no es sencillo pensar en lo que pasa si es al revés y somos nosotros los que debemos reclamar por nuestros derechos. Por un lado hay un interés común entre el que produce el contenido y la plataforma que lo distribuye y acepta, se reviste de legalidad  pero será difícil perseguir un delito-delincuente fuera de fronteras. Para editar entonces habrá que pasar por un host probablemente en el exterior y por proveedores digitales que estarán en otros territorios y con otras leyes. Además entre otras materias estar al día con tipografías a usar, las imágenes de donde se extraen o usan por mencionar mínimos detalles comunes al click editor y lector.

Política en la edición

Nuevas medidas promovidas por los medios oficiales para el control del acceso a internet en diferentes legislaciones buscan evitar la fractura en esa cadena de la edición con las nuevas tecnologías.


Es a través de más controles que los multimedios tratan de apoderarse y someter la red, vía leyes o decretos, vía regulaciones de instituciones ad-hoc del gobierno o creando nuevas y específicas.
Digno de mención son los mecanismos de control que se implementan en base a programas de rastreo, crawlers, etc. Por ejemplo, sitios de control de lo publicado en video o música,  también institutos autónomos, o paraestatales, empresas u organismos dedicados a estos fines

En medio de esta distracción mediática sobre la lucha de intereses de estos grupo multimedios editoriales por el control de lo que debe circular (editarse) y consumirse entre la población, tratamos de convivir los de la vieja era predigital y los nativos digitales, diría de los futuros productores-consumidores. 

El compromiso de libertad y apertura, respaldado incluso desde Naciones Unidas y Unicef, obligan a gobiernos y dirigentes a cambios importantes. 

Y están por verse sus alcances. Surgen disposiciones oficiales apoyando el Open Source, y desde las comunidades científicas el Open Access.  También los esquemas de gobernanza y la libertad de datos de los gobiernos y de sus finanzas.


Todos, ponen en jaque el esquema piramidal de control político-social. Si se investiga en la universidad con fondos públicos y los resultados y productos de esa investigación son libres y gratuitos, es decir patentes y derechos de autor, como vamos a vender medicinas y tratamientos o nuevos materiales industriales o disponer procesos de manera lucrativa?
  

Desde los índices bursátiles, pasando por las marcas registradas, patentes, medicinas  y procesos. Son todos frutos de una realidad editada que se mueve y se sale del control de quienes eran parte del arte de acumular y repartir. En base a la administración privada de gran parte de los dineros públicos! 

Y esto es ser editor? pues en parte sí, tecnologías aparte lo fue siempre.

Vean pues lo importante que resultan ser los editores. Larga vida a ellos!.


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